El año de la pandemia, que se suponía horrendo para todos, no ha sido así para unos pocos.
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En realidad, los ricos han acabado siendo más ricos. Sí, por inconcebible que resulte, las 20 mayores fortunas del mundo han incrementado su patrimonio en un 24 % respecto al cierre de 2019. Al resto de millonarios tampoco le ha ido mal.
Mientras la mayoría de la humanidad las pasa canutas, los privilegiados nadan en la opulencia. En todo el mundo, únicamente el 4 % del dinero recaudado procede de tributos a la riqueza. Debemos exigir un cambio, con reformas legales profundas y efectivas que reparta la bonanza y la alegría con auténtica justicia social.
Si de una vez por todas logramos sumar a ricos y grandes empresas a la equidad, alcanzaremos un nuevo nivel en un mundo más honesto y solidario.