En respuesta a la carta No sé explicar a mis hijos el 26J de Jordi Guimerà, desde Alemania: Me veo en la obligación de manifestarle que en una democracia consolidada, como es la española desde 1978, todas las expresiones políticas son admisibles. En consecuencia, y de cara a la formación de sus hijos, conviene recordarle al señor Guimerà que en España, país integrado en la UE, existe libertad total de circulación para trabajar y ubicarse cada persona donde le convenga.
Entretodos
Se lucha contra la corrupción, procesando, juzgando y encarcelando a los corruptos.
Se valora el trabajo, la disciplina, la formación y el espíritu emprendedor; y por todo ello, el paro está disminuyendo ostensiblemente. Las exportaciones crecen de forma evidente y en la actualidad la inmigración es superior a la emigración.
Ha habido muchos desahucios a causa de una crisis inevitable, pero se han arbitrado prestaciones sociales que están atenuando el problema.
Se recibe cada año del orden de 80 millones de turistas (récord mundial), y muchos de ellos se deciden a vivir en España hasta el fin de sus días, alemanes incluidos.
Y como colofón, es obligado recordar que los mercados internacionales y los inversores en general confían plenamente en España, país al que las Agencias de calificación no catalogan de bono basura, como ocurre con algunos en determinadas latitudes.