Desde hace ya un tiempo, los grandes bancos cobran indecentes comisiones por solo mantener la cuenta, y no hablemos ya de otras comisiones por alguna que otra gestión. Es decir, la custodia de fondos monetarios ya no sale gratis, si es que alguna vez lo ha sido. Cuando empezaron a cobrar estas vergonzantes comisiones, esos bancos ya anunciaban expedientes de regulación de empleo que dejaban en la calle a miles empleados, muchos de ellos en edad joven de trabajar y, para colmo, empezaron a cerrar cientos de sucursales y cajeros automáticos. Suben las comisiones y reducen sus servicios, es decir, cobran más por menos: un negocio redondo para estas entidades bancarias.
Entretodos