A veces me pregunto qué tendrá la música para producir sensaciones indescriptibles en los seres humanos. No estoy hablando precisamente de cierta música comercial que tiene siempre la misma estructura y se complementa con una letra (si me permiten) horrible, denigrante o machista. Este tipo de canciones más vendidas actualmente son la causa de muchos de los problemas y crisis sociales. Como he dicho, no me refiero a esta, aunque respeto que a alguien le pueda emocionar, sino más bien a aquella que no es tan comercial, que está compuesta premeditadamente, por profesionales o (a lo mejor) aficionados, conscientes de la cantidad de posibilidades que existen para hacer una pieza, tal vez dedicada a un ser querido, teniendo en cuenta todos los factores que pueden influir de manera positiva, buscando la armonía, la belleza, o todo lo contrario, queriendo transmitir alguna sensación desagradable, pero en ningún caso queriendo llamar la atención excesivamente ni educar en ciertos valores nocivos.
Entretodos
Es increíble estar encima de un escenario interpretando una obra y sentir que formas parte de ella, establecer conexiones que nunca antes hubieras tenido, gracias a un objetivo común: que salga bien y disfrutar. Si no se vive no se puede explicar con palabras, ni imaginar, lo único que puedo decir es que al final de todo… aquel placer, goce y distensión está presente en la mayoría de personas que amamos este mundo.