Parece ser que ahora solo nos importa el virus. Pues hay otras muchas cosas que también preocupan, al menos a mí. Vivo en Castelldefels, y cada vez que llueve, poco o mucho, es una tortura andar por según qué calles, llenas de charcos enormes.
Entretodos
La zona donde vivo está dejada de la mano del Ayuntamiento. Cables eléctricos y de telefonía colgando de unos postes de madera del año de Maricastaña. Hace unos días se quedó la zona sin luz muchas horas por la mañana, y por la tarde de las cinco y media a las 11,30 de la noche. El Ayuntamiento hace oídos sordos a las reclamaciones, yo he hecho varias y siempre la culpa la tienen los otros. El caso es que parece que vivamos en una población tercermundista. Espero que este escrito sirva para algo.