En su informe anual, Oxfam Intermón con datos del año pasado, afirma que el 84% de la contribución fiscal en España recae sobre las familias. Las empresas, por su parte, sólo contribuyen con un 13 %.
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El sistema fiscal español no prima la progresividad y, además, su recaudación está 6,3 puntos por debajo de la media europea. Con estos datos, junto con La Ley de Reforma Laboral y la devaluación salarial, no es de extrañar que la desigualdad en España crezca y crezca.
En un país que recauda casi igual por el IVA que por el IRPF, mal se puede redistribuir la renta. Y en cuanto al Impuesto de Sociedades, ya hemos hablado de ello al principio. Nuestro sistema económico favorece totalmente a las rentas del capital y perjudica a las rentas del trabajo. Que el Estado favorezca estas desigualdades, es toda una señal que nos indica a quién beneficia el Ejecutivo.