Hemos pasado de tener un barrio normal con edificios emblemáticos, como el Teatro Nacional de Catalunya, La Grapadora, La Torre de Aguas, el mercado de los Encants renovado, el centro Comercial Les Glòries renovado o el Auditori, a tener un barrio degradado y deprimente por la pasividad de nuestra alcaldesa, con servicios públicos (vaters) en plena calle alrededor de los contenedores de basura a plena vista de señoras y niños; y si les llamas la atención, te contestanque "si te gusta, sigas mirando". En esto se ha convertido nuestro barrio turístico.
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