El éxito del capitalismo (pseudodemocracia) se basa en que nos hacen creer que formamos parte del sistema, que tenemos capacidad de elección y decisión y que somos imprescindibles para su funcionamiento. Y claro, nadie intenta destruir aquello en lo que se considera integrado.
Entretodos
Vivimos en una sociedad muy semejante a la caverna de Platón: los medios de comunicación nos presentan una realidad que nada tiene que ver con lo que sucede fuera pero que nosotros creemos a rajatabla.
El guion lo escriben los financieros, banqueros y especuladores, la sala de proyección la dirigen periodistas y políticos a sueldo y los perros guardianes se encargan de que nadie asome la cabeza al exterior e intente llevar la luz a la tinieblas de la cueva.
Muchos se creen que vivimos en el mejor de los mundos porque solo ven el nodo neocom, pero si tenemos en cuenta que en los últimos 50 añosla riqueza se ha multiplicado por 10.000, un reparto en justicia de la tarta nos daría para alimentar, educar y liberar a toda la Humanidad, pero para tenernos contentos y engañaos nos tiran las migajas del banquete y nosotros nos matamos por recogerlas.