Restaurantes y bares de todas las ciudades de España, ante el cierre propuesto por el Gobierno, decidieron repartir comida a domicilio para salvar su negocio.
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La realidad es que muchos negocios pequeños de comida se están yendo al garete, y a causa de eso no les quedó más remedio que probar de salvar su negocio repartiendo comida a domicilio para, al menos, obtener algún ingreso. Pero esta nueva realidad no es algo que haya disgustado a todos los negocios de hostelería, debido a que han visto que, si su comida es lo más importante, no importa el lugar donde se consuma, y quizá pagar por un local más pequeño donde preparar los platos o incluso hacerlo en su propia casa podría hacer que sus pérdidas no fueran tan altas.
Un negocio de este calibre gasta mucho dinero en alquiler, y ante las medidas de seguridad impuestas por el Gobierno las personas que puedan acudir al local no serán muchas, lo que seguirá comportando gastos en vez de ingresos. Es por eso que algunos ya piensan en cambiar su modalidad de negocio para repartir comida a domicilio.
¿Llegarán a peligrar entonces cadenas como Uber, Just Eat o Glovo?