Hace diez años en Catalunya solamente el 20% de la población estaba a favor de la independencia y en la actualidad supera el 50%. ¿Qué es lo que ha acontecido para que en tan pocos años se haya producido un cambio tan drástico? La respuesta es muy sencilla: El gobierno del Partido Popular. La derecha nunca tuvo cobijo en Catalunya y el gobierno de Rajoy, como hizo el franquismo en su momento, se dedicó a castigar económicamente a los insumisos. 

Recortes presupuestarios, desinversión pública y expolio fiscal fueron algunas de las armas esgrimidas.Si el gobierno central hubiese tenido un mínimo de inteligencia, habría abierto una negociación y fomentado las inversiones en el principado, pero Rajoy se dedicó a fastidiar a los catalanes económica y moralmente, consiguiendo lo que ni Macià ni Companys consiguieron: reunir a mas de dos millones de votantes a favor de la independencia.

La mayoría de los catalanes no desean salir de España, lo que no quieren es vivir en esta España, como les pasa a millones de ciudadanos del resto del país. Lo que sucede es que a diferencia de otras comunidades, los catalanes pueden, económicamente hablando, crear un estado propio. Ya lo dijo El Perich: "España no hay más que una, porque si hubiera dos, todos estaríamos en la otra".