Los influencers se han convertido en una imagen de referencia. Todo lo que piensen, hagan, digan, recomienden, compren, etcétera, puede generar unos resultados, sobre todo por parte de los adolescentes que se guían mediante los gustos de ellos. No solo influencian en el mundo comercial, sino también en el comunicativo, en la moda, en la nutrición y en el estilo de vida. Es decir, se han convertido no solo en una imagen de referencia, sino también en una imagen de inspiración y motivación para la sociedad, o parte de esta.
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Su aparición y popularidad se ha llevado a cabo gracias al impacto y evolución de las TIC (siglas para el término tecnologías de la información y la comunicación). Gracias a este avance tecnológico, la figura influencer ha surgido y ha dado lado a una profesión.
Si nos paramos a analizar, hace unos años, cuando las TIC no habían evolucionado lo suficiente, este papel influenciador lo llevaban a cabo las celebrities, gente famosa como actores, cantantes, etcétera. Actualmente, sigue siendo así, pero la evolución de la sociedad ha dado la oportunidad a personas que, sin ningún tipo de fama, puedan crear y desarrollar una imagen de referencia. Todo un ejemplo de como el impacto de las nuevas tecnologías han podido llegar a generar una profesión.
En definitiva, nos encontramos en un momento donde las redes digitales como Instagram, Facebook o Youtube se han convertido en un portavoz esencial por parte de nuestra sociedad y tienen más eco que nunca.