Desde el Gobierno se quiere implementar en nombre del medio ambiente un impuesto que no modifica el medio ambiente sino que solo contribuye a hacer más difícil la vida a los sectores más vapuleados de la sociedad.
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Si verdaderamente les importase el aire que respiramos o el planeta que dejaremos, implementarían tal impuesto solo a cambio de montar a cargo del Estado, y en aquellos autos (1995-2010) que superaran la ITV, un equipo similar a los que ya vienen de serie a fin de reducir la contaminación generada por la combustión. Esa sería una medida a la altura de un gobierno capaz, solo por citar una alternativa superadora. Lo otro es enviar a miles de usuarios a quedarse de pie, ya que las clases bajas no ocupan estos vehículos por nostalgia, sino por necesidad.
Cualquier otra medida que no soluciona el problema es la demostración de la incapacidad por parte de unos funcionarios que desconocen el día a día de quienes trabajan de forma particular o privada, y el puesto, obviamente y una vez más, les queda grande.