¿Cómo es posible que el Presidente del Gobierno se niegue al diálogo? Deontológicamente, en la política se debería priorizar el diálogo antes que las legalidades constitucionales, y ya no hablar de los derechos humanos de aquellos por los que se gobierna.
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Dicen que no se lo merecen hasta que vuelvan a la legalidad. Y yo me pregunto: ¿es el diálogo un derecho a ganarse o merecerse? Es sensato que no quieran volver a la legalidad hasta ser escuchados. Y están en su derecho de serlo, ya no como políticos sino como ciudadanos.