Cuando el martes 7 de mayo vi salir a mi Barça vestido de amarillo independentista me dije: "Hum, malo". Y podéis ver lo que pasó.
Entretodos
No sé si alguien se ha molestado en estudiar la estadística de los partidos con ese uniforme, pero recuerdo derrotas sonadas en partidos importantes. Parece que todavía no se han dado cuenta de que ese color en estos momentos trae mal fario, mala suerte y, con ello, derrotas amargas. No sé si puede afectar a su visión de conjunto o a su concentración como equipo. De cualquier manera, un desastre.