Los centros de la Dirección General de Tráfico (DGT) se han colapsado desde que llegó la pandemia y ha dejado a varios miles de alumnos en lista de espera para realizar el examen práctico de coche que, en el mejor de los casos, será inferior a tres meses.

La realidad que se vive en los centros de examen de conducción presenta dos problemas. Por un lado, las personas que pueden ser examinadas por día debido a las medidas impuesto para evitar el contagio es muy reducido. Los estudiantes pasan a ser examinados en cuentagotas, y si, por desgracia, no aprueban el examen práctico, deben volver a la salir y esperar de nuevo. Esto ha llevado a una acumulación de estudiantes en espera que se remonta a marzo. Y a estos estudiantes se les han sumado los nuevos matriculados que en los últimos meses de 'nueva normalidad' han aprobado el examen de conducción teórico.

El colapso que ha resultado de la pandemia también amenaza a las escuelas, el segundo problema de la saturación actual. Con la Fase 2 de desescalada posconfinamiento, las escuelas pudieron reabrir e incorporar la clase teórica en línea. Pero a la disminución de inscripciones se le añadieron las medidas de protección contra el covid-19 que tuvieron que aplicar tanto a las aulas como a los automóviles, que representan un gasto económico que no ayuda a las escuelas a recuperarse.

Así que estamos ante un momento crítico tanto para los alumnos que quieren obtener el carné de conducir como para las autoescuelas. La situación ideal sería ofrecer una respuesta a todos los aquellos estudiantes que han quedado en una lista interminable a la espera de examinarse y realizar más exámenes. Pero como he dicho, esto sería lo ideal. Como el covid-19 parece que dará la guerra durante un tiempo más, el colapso los estudiantes requerirá tiempo. Paciencia, va para largo.