El 17 de octubre se cumplen 10 años de la celebración, en 2011, de la que se denominó Conferencia Internacional de Paz de San Sebastián. Se desarrolló en el palacio de Aiete. En aquel instante tuve la sensación de estar viviendo un momento histórico, que lamentablemente con el tiempo se ha ido borrando de la memoria colectiva de nuestra sociedad. Allí, personalidades como Kofi Annan, Gerry Adams, Bertie Ahern, Jonathan Powell más diferentes agentes sociales, sindicatos, partidos y los miembros del Foro Social Permanente diseñamos y construimos lo que algunos denominamos “pista de aterrizaje para la paz”.
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Tres días después, el 20 de octubre, ETA respondía con una declaración pública informando del cese definitivo de su lucha armada, de su violencia cruel, que dio pie posteriormente a su desarme y desaparición, en otro acto en Cambó igualmente propiciado por el Foro Social Permanente. Se abría un nuevo camino a la esperanza que aún necesitaba de nuevos esfuerzos y trabajo. En estos 10 años mucho se ha avanzado, pero aún queda trecho hasta llegar a una paz justa, que evite que los errores cometidos y el horror perpetrado se pudieran repetir.
Un día la historia hará justicia y el Premio Nobel de la Paz se concederá en reconocimiento a quienes fueron capaces de hacerlo, desde el presidente Zapatero a los allí presentes, o quienes durante años de una manera discreta crearon sus cimientos. Enrique Curiel, Paul Ríos, Jesús Eguiguren, Ernest Lluch, Patxi Zabaleta, Agus Hernán, Arnaldo Otegi deben estar en esa memoria colectiva en reconocimiento a su esfuerzo.
Aún queda mucho por hacer, y desde el Foro Social se impulsan constantes iniciativas para conseguir una convivencia democrática. Ojalá un día esta parte de la historia se muestre, se enseñe en colegios y universidades; sería la mejor aportación para consolidar la reconciliación.
Nunca olvidemos ese 17 de octubre de 2011, lo que en Aiete sucedió. El final del error y el horror.