Hace unos días, la presidenta madrileña Díaz Ayuso se quejaba de que la culpa de que Madrid fuera tan mal en las vacunaciones era porque no le llegaban las vacunas a tiempo. Como esa excusa no colaba, se le oyó decir que porque la Comunidad de Madrid era muy difícil de vacunar.
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¡Si se le atraganta Madrid, no quiero pensar cómo lo haría con un país entero! Puede que se le olvidara que, mientras tanto, ha derivado la vacunación a empresas privadas y que están cerrando los centros de salud y reduciendo su personal.
Para muchos, la señora Ayuso es el estandarte de la buena gestión de la derecha, y la sustituta, más pronto que tarde, de Pablo Casado. ¿Quién se imagina gobernando un país a la señora Ayuso? Visto lo visto, como Madrid es España, qué más daría seguir gobernando España igual que gestiona Madrid, siendo así el país un apéndice de su capital.