El inescrutable poder que ejerce el alma sobre todo lo demás es el valor más absoluto que se antepone a lo superfluo. No es necesario ubicarla en lugar físico alguno, el alma está en nosotros y en los demás a la vez, y tambiénal otro lado de nuestra realidad. Aprovechemos estas tradicionales fechas navideñas, para pedirle a nuestras almas que nos guíen hacia el camino del amor; capacidad esta, que borrará de nuestra evidencia la sombra oscura de nuestras miserias. ¡Feliz Navidad!
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