El pasado 11 de septiembre estuve en Barcelona, no para manifestarme sino como observador. Había mucha gente. Sí quizás un millón, pero entre ellas mucho niño, mucho adolescente, mucho migrante. Calculo un 25 % gente sin derecho a voto en un hipotetico referéndum; por tanto, mucho ruido y no tantas nueces.
Entretodos