Vaya por delante que defiendo que cualquier abuso por parte de un agente de policía a cualquier ciudadano debe ser denunciado, investigado y depurado. Eso es lo normal y natural en cualquier democracia.
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Ahora bien, tras los sucesos de esta semana en Barcelona, con vándalos quemando Barcelona y con numerosas cargas policiales, veo que muchos (no solo independentistas) ponen solo el foco en las diferentes imágenes que hemos visto de abusos o malas prácticas por parte de los agentes antidisturbios.
O sea, lo de siempre. Policía mala, franquista y fascista. Desde cierta posición progresista la policía es algo casposo y fascista. Para mí esto es demagogia pura y dura. Creo necesario decir, como han hecho muchos medios, que 200 policías han salido heridos de estas algaradas, uno en estado grave. Policías que no dejan de ser trabajadores como cualquier otro, que han estado toda una semana sometidos a jornadas extenuantes de hasta dos y tres turnos.
Hay incluso quienes dicen que son la presencia de los policías los que provocan la tensión y violencia en los manifestantes. Esto ya me parece demasiado. Igual un día tendrían que desaparecer los agentes de policía de las calles, a ver qué tal, y si es como dice cierto progresismo de paz y amor y de que todos somos buenos.
Para mí, los agentes de policía son los que nos mantienen a raya de la barbarie, y habría que ver cuántos respetarían los derechos humanos y la democracia sin policías en la calle. Estos días, en Barcelona lo hemos visto de cerca.