Hace algunas semanas se abrió en Barcelona, en la esquina de Gran Via con la calle de Nàpols, un área para perros que incorpora alguna mejora y no pocas deficiencias. Tal y como puede apreciarse en las fotografía adjunta, pueden encontrarse cables pelados y un peligroso agujero en la tierra. A esto se añaden también las humedades, consecuencia del mal drenaje de la fuente, las esquinas peligrosas de los bloques de hormigón poroso impregnado de orines, la falta de hermetismo de las vallas, la ausencia de zonas de sombra, papeleras (solo hay una) y ceniceros.
Entretodos
Urge la reparación y la profesionalidad para el diseño eficaz y seguro de cada una de estas áreas.