Una de los logros de la democracia fueron los centros de atención primaria de salud (CAPs). La población logró una atención personalizada y primaria para reducir los factores de riesgo de la enfermedad. El equipo de salud es cercano al grupo familiar. Esta cercanía es fundamental para la salud poblacional física y psicológica.
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Pero este logro parece que, con la pandemia, lo quieran eliminar, ya que pocas veces se oyen opiniones favorables al trabajo que estos profesionales están realizando (detectar a posibles contagiados o paliar los efectos de un contagio y además seguir controlando a los crónicos, urgencias...).
Quizá no se pueda acudir al centro sin llamadas previas, pero es una medida para protegernos, porque los profesionales, agotados y con escasos recursos, siguen allí y van a los domicilios y trabajan más horas de las que su misma salud puede aguantar.
No permitamos que un logro tan importante desaparezca y defendamos al médico, la enfermera y los administrativos que siempre han estado y siguen cerca de nosotros, protegiendo nuestra salud. Los CAPs son una herramienta imprescindible para la salud de la población, ya que no solo curan, también cuidan de que no enfermemos.