Estamos a finales de 2019 y vivimos en una sociedad ofendida donde parece que lo único que es válido es quejarse y se nos ha olvidado algo tan básico como dar las gracias.
Entretodos
Esta carta va dirigida a todos aquellos que trabajan duro sin esperar nada a cambio, a aquellas personas cuya función es esencial pero pasa desapercibida injustamente. Quiero dedicarle esta carta, especialmente, a los auxiliares de enfermería de la unidad de quemados del Hospital Vall d’Hebron. Les doy las gracias por su profesionalidad, alegría, dedicación y paciencia.
Auxiliares que consiguen organizar y celebrar una boda para uno de sus pacientes tras ser ingresado minutos antes de casarse. Personas que hacen todo lo posible para que los demás se sientan de la mejor manera posible y donde su vida pasa a segundo plano. Les estaré eternamente agradecido por conseguir que mi madre se recupere en un tiempo récord y eso solo se consigue gracias a su actitud. Tenemos suerte de tener a gente tan especial entre nosotros.
Y como dar las gracias no cuesta tanto aprovecho para hacerlo. Gracias.