Hablar a veces de lo insensato y de lo absurdo que tienen algunos hechos y decisiones que toman nuestros políticos, resulta a veces gracioso y hasta circense y por desgracia, muchas veces, cruel y frustrante para la democracia y para el bienestar, la igualdad, y sobretodo el respeto del pueblo como ser humano y de su dignidad. Y es que muchas decisiones, por ser partidistas, egoístas, están cargadas de irresponsabilidad y de 'sumisión' a agentes económicos que las apoyan, sin tener en cuenta las consecuencias finales. Esto demuestra que el 'ser político', muchas veces, está perdiendo su racionalidad y alejándose del ser humano.
Entretodos
De insensato, absurdo e irracional es observar todo lo que nuestros políticos están publicando en sus redes sociales y en sus mítines precampaña electoral. Unos y otros han demostrado la diferencia que hay entre el 'ser político' y el ser humano. Entre los intereses particulares de los partidos políticos, y los intereses reales y prioritarios que el pueblo desea, entre ellos: su libertad, su igualdad.
De insensato, absurdo e irracional es la respuesta que algunos medios informativos y sus 'tertulianos' hacen y utilizan su palabrería para provocar enfrentamiento. Y utilizando argumentos a favor y en contra, lo único que pretenden es diluir problemas como el de la corrupción, falta de propuestas sociales para mejorar el bienestar y sobretodo el de la falta de libertad e igualdad del pueblo.
Dejen de 'jugar'. Dejen de 'mentir'. Dejen de hacer 'malabares' y ' trilerismo'. Respeten al ser humano, al pueblo y su dignidad. Con insensateces, irracionalidades y provocaciones no se conseguirá lo que la democracia desea y el pueblo necesita.
No sean absurdos e insensatos, hagan de la política un respeto de humildad, sensatez, coherencia, y sobretodo, alejada de lo absurdo e irracional. Así es como se hace una democracia grande y así el pueblo creerá y confiará en la política, en sus políticos y en el 'ser político'.