El debate actual es la prolongación de siglos de política de lo que Blasco Ibáñez denominó derecha cerril, encarnada en la derecha de toda la vida, o sea, el PP actual. El trasfondo real es que la única opción de participación política del PP en zonas como el País Vasco o Catalunya depende básicamente de lo drástico que sea en su contra, y es un filón político que no van a abandonar y que le permitió sobrevivir sin refundarse con la manipulación informativa del 11-M. El PP en determinados lugares slo vive de la disensión y la demagogia, y es totalmente sordo a cualquier raciocinio porque supondría una pérdida de votos que, en el fondo, es lo único que busca, muy independientemente de voluntades sociales o problemas concretos de la ciudadanía. Por votos cambia la historia, limita la lengua, y hace de menos a una inmensa mayoría de catalanes que desean ser escuchados, y, como en general lo hacen todos los partidos, son incapaces de gestionar la realidad en todas sus amplias variantes. A Mas no le queda de otra que seguir adelante en la misma lineas, aunque habrá que ver si aguanta el pulso hasta el final, porque no me parece que vaya a ejercer de mártir moderno si las cosas llegaran a ese nivel, y a Rajoy y el PP en general, le correspondería no ser tan cerril, pero la cabra siempre tira al monte, sólo que en este caso el resultado puede ser un estallido social hasta ahora inédito en la historia comunitaria moderna.
Entretodos
¿Qué deben hacer a partir de ahora Rajoy y Mas?
Más allá del pulso jurídico, ¿crees que hay margen para la política?