Contenido de usuario Este contenido ha sido redactado por un usuario de El Periódico y revisado, antes de publicarse, por la redacción de El Periódico.

Una ciudad en peligro de extinción

Vivo en Barcelona desde hace 40 años. Vine en viaje de final de carrera, me enamoré y me quedé. Conozco cada rincón de esta mágica ciudad y lo que me cautivó para quedarme a vivir en ella fue el respeto de la gente por el prójimo, el civismo, la cultura, la magia de su Gòtic... ¿Cómo puede ser que yo la quiera tanto y los dirigentes políticos tan poco? ¿Cómo puede ser que la juventud barcelonesa ya no tenga su propio espacio para divertirse, para reunirse, para cultivarse? La Pompeu Fabra, catalana donde las haya, ahora es internacional; Razzmatazz, emblemática discoteca donde la juventud barcelonesa disfrutaba, ahora es 'guiri' total; las playas, 'nuestras' playas ya no son 'nuestras'.

Señores políticos, ¿no sería mejor replantearse todo esto?¿No hay medidas, como por ejemplo, multa de 300 euros si alguien tira una lata de cerveza al suelo o de 600 si hace pipi en la calle...? No sería mucho más eficaz hacer cumplir esas normativas que andar revisando piso por piso? ¿No sería más práctico y efectivo que la Guàrdia Urbana patrullara con las normativas cívicas en la mano y hacerlas cumplir a todas esas personas incívicas, mal educadas, irrespetuosas y baratas?