Ni Mariano Rajoy ni Artur Mas tienen capacidad dialogante. Rajoy se aferra, no sin cierta razón, a una Constitución real, mientras que Mas, sin encomendarse ni a Dios ni al diablo, se ha echado adelante, con una decisiòn totalmente discutible ya que al revés de Escocia puso la venda antes que la herida, presentando al Gobierno central unos hechos consumados que dicen muy poco del talante democràtico de Mas. El 'president' se queja de la "celeridad" del Gobierno en la impugnaciòn de su ley, mientras que él aprovecha para firmarla un sábado, cuando todo el mundo hace fiesta menos ellos. El problema es que esta situaciòn afecta a una sociedad engañada por un nacionalismo excluyente, mientras que los señores gobernantes se salen de rositas. No veo ninguna solucion, ni ganas de solucionar nada.
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¿Qué deben hacer a partir de ahora Rajoy y Mas?
Más allá del pulso jurídico, ¿crees que hay margen para la política?