Fui socio infantil del RCD Espanyol (mi padre, también socio, me inscribió en 1947), después socio senior, y, por último, socio pensionista hasta la temporada 2018-2019. El pasado 14 de mayo, antes de empezar la temporada 2019-2020, comuniqué por sendas cartas al vicepresidente, el señor García, al consejero señor MaoWu y al directivo del área social, señor Ariza, que el fallecimiento de mi esposa me había roto la vida y la ilusión de todo y, en consecuencia, solicité la baja como socio del club (no así la de mi nieto de 13 años, a quién inscribí cuando nació).
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El pasado 1 de julio recibí una llamada telefónica del señor Ariza que lamentaba el motivo de mi baja como socio. Le agradecí las atenciones de apoyo que tuvo hacia mí por el trance que pasaba. Ha sido y será siempre para mí un honor haber sido del RCD Espanyol que tan gratos recuerdos me trae desde que mi padre me llevaba de niño en Sarrià.
Mi apoyo al mal momento actual en lo deportivo; sin duda vamos a subir rápidamente de los puestos de descenso por la buena forma que está el equipo. Siempre hemos sido y seremos "de primera” en todo. Y solo decir que, con mucha tristeza personal, simpatizo con todos los equipos y que soy y seré siempre muy periquito.