El pasado 15 de octubre se entregó el millonario Premio Planeta y con ello se reveló la identidad de los tres autores que estaban detrás del seudónimo de Carmen Mola. Una profesora y madre de tres hijos que en su tiempo libre escribía novela negra. Así es como se la conocía hasta ahora. Sin duda una buena estrategia de marketing.
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El problema está en el hecho de que tres hombres decidan elegir como seudónimo el nombre de una mujer para vender más, cuando a lo largo de la historia las mujeres han tenido que ocultarse detrás de un seudónimo masculino para poder llegar a publicar sus obras.
Que en pleno siglo XXI un hombre decida firmar su obra con un seudónimo femenino es, sin duda, una burla al feminismo.