Son las 17.30 en un parque infantil de la superilla de Poblenou. Tres niños de entre 8 y 10 años observan a otro más pequeño y se ríen de él.

Los padres y madres de los mayores charlan amigablemente a pocos metros de distancia sin reparar en la actitud de sus retoños, pese a que la escena se repite varias veces.

De vez en cuando, alguno de los tres pequeños hostigadores echa una mirada hacia el grupo de ascendientes y prosigue con la burla. El motivo de ésta es sencillo: el pequeño es algo diferente por llevar unas gafas de cristal grueso y sufrir unas malformaciones congénitas en las extremidades de sus manos.

Queridos padres y madres, el parque es una oportunidad excelente para observar el juego de los hijos, pudiendo así generar debates con ellos que enriquezcan a todos en el respeto y la solidaridad hacia los demás.

Están trazando sus caminos en tiempo real, no perdamos la ocasión.