Me gustaría compartir un caso que me ha ocurrido. Hace unos días acudí a la biblioteca de Martorell situada junto a los Mossos, de la que soy usuario. Me atendió una amable señora que no era la habitual bibliotecaria. De la breve charla mantenida con ella, mientras me acompañaba gustosamente a la estantería donde se encontraba la publicación que buscaba, me enteré de que realizaba las suplencias del personal.
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Al cabo de unos días, el 8 de agosto, y confiando en que podría utilizar el servicio, me personé nuevamente en Martorell, una población de 30.000 habitantes, con la sorpresa de encontrarme el cartel de "cerrada por vacaciones". Todos los mortales tenemos el derecho del descanso estival, pero si la Diputación contrata personal para cubrirlo, ¿por qué se da tan mal servicio a la ciudadanía, y en especial en este tiempo en que en muchos municipios han designado estos espacios como refugio para protegerse de las elevadas temperaturas?
La instalación es de titularidad municipal, pero de la gestión se encarga la Diputación de Barcelona. En este caso, siento que priman más los intereses particulares que el bienestar y el interés general de los ciudadanos. A ver si estas líneas sirven para concienciar a alguien de esta institución pública, que proporciona recursos y servicios a la población. En muchas ocasiones, deseo que nuestros gobernantes hagan una mayor apuesta por la educación y la cultura.