Es muy lamentable que en el centro geométrico de la Barcelona del siglo XXI, que son los Encants Vells y los parques que lo rodean, no haya ninguna fuente pública. No hay ni una. Parece que al alcalde Trias no le parecían necesarias; debió pensar que quien quisiera agua podía ir a la cafetería o a una tienda; ya saben, promover el gasto, el negocio: las cafeterías y los hoteles eran su negocio favorito, no las fuentes.
Entretodos
Ahora, con el actual gobierno de la ciudad sería de esperar que pusieran de una vez una o dos fuentes públicas entre la calle de Marina y el Bosquet dels Encants. Sería lo lógico y natural. Una fuente de agua de boca para que puedan beber las personas mayores y los niños; también para los animales y para lavarse las manos sin tener que entrar en una cafetería. No hay nada más limpio y ecológico que una fuente pública.