No es posible que en pleno siglo XXI muchas mujeres sigan viviendo torturas como mutilaciones genitales, explotación sexual y asesinatos por el simple hecho de nacer mujer. Es obvio que tales problemas deben ser erradicados de la sociedad por completo. Pero también es indudable que debemos exterminar aquellas conductas cotidianas a las que el sexo femenino se ha acostumbrado.
Entretodos
Las mujeres deben poder salir a la calle vestidas como quieran, sin miedo a ser juzgadas u observadas por miradas obscenas. Tienen que tener el derecho a competir en igualdad de condiciones con los hombres por un mismo puesto laboral. No deben sentir que frases como "hacerlo como una mujer" sea un insulto.
Estos pequeños detalles son los que marcan la diferencia entre una sociedad realmente avanzada y con unas bases sólidas de igualdad de género.