Tras esta dura cuarentena, de desosiego y congoja, de noches interminables, y días de pobreza, el amor de mi vida me espera en Costa Rica. Son muchos días sin vernos, a pesar de hablar por teléfono cada día, el dolor de estar separado de tu futura esposa y familia por una cuarentena de dudosa magnitud.
Entretodos
Voy contando los días, las horas y los minutos para reencontrarme con mi amor, tal vez en estos tiempos de hipocresía, envidias y promiscuidad muchos no entenderán el dolor que uno siente de estar alejado de tu media naranja, pero estos minutos, horas y días robados por una pandemia, nos hacn más fuertes, aunque lastime, aunque sea doloroso.
Pues eso: espero, cuando termine todo esto, viajar a Costa Rica y besar y amar a mi futura esposa.