En medio de la Catalunya de los carriles bici, etiquetas medioambientales y reciclaje nos encontramos un hecho insólito. Un almacén logístico de una conocida funeraria en medio de la sierra de Collserola. No, no es una broma, amigo lector. Tráilers, furgonetas, camiones de reparto circulan a gran velocidad por la sierra ante el asombro de caminantes y ciclistas. Cuando preguntas, los ayuntamientos, como es costumbre en Catalunya, le pasan la patata caliente al ayuntamiento vecino. "¿Será legal?", me preguntan los asombrados forasteros. Puede ser, en Catalunya todo es posible, responde su resignado guía.
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