Entiendo que haya sectores de la población que se alejen del mundo del fútbol: solo prima el negocio económico y el 'marketing' a nivel de clubs y televisiones, y todo ello a base de exprimir al ciudadano de a pie. Y esto puede aplicarse a nuestro Barça.
Cuando los responsables de los clubes despierten puede que sea tarde y que aprecien que el negocio se volatiliza. No se puede exprimir al socio y al aficionado hasta el infinito.