Los que vivimos dentro de la pesadilla solo podemos pensar en sobrevivir un día más, en ayudar al vecino que lo necesita y en no contraer una infección por la insalubridad del agua corriente. Cuando ves con tus propios ojos que la riada se lleva a un familiar, o que una persona está aislada en su casa y necesita auxilio no te importa el color de las creencias políticas de quien venga a salvarles, solo te importa que las salven.
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Tardé unos 10 días en poder conectarme de manera estable a las redes sociales, porque ya es sabido por todos que no teníamos cobertura, ni agua, ni luz, pero cuando descubrí que fuera de nuestra realidad había una batalla campal política de personas que se culpaban unas a otras, mientras nosotros seguíamos viviendo en condiciones inhumanas, no podía creerlo.
La única realidad es que a los valencianos nos abandonaron a nuestra suerte en medio de una catástrofe natural sin precedentes. Politizar un desastre como este es profundamente doloroso y desgarrador. Dejad de discutir y salvad las vidas que aún quedamos ahí dentro y, cuando estemos todos viviendo en condiciones humanas, ya nos ocuparemos de buscar culpables.