No creo que haya un límite de edad para aprender o empezar nuevas actividades. A los 75 años descubrí el placer de la escritura. En dos años he escrito y publicado dos libros, una autobiografía y un volumen de relatos de ficción en los que he experimentado con diversos géneros. He asistido a cursos de narrativa en el Ateneu Barcelonés sin sentirme incómodo por la presencia de alumnos mucho más jóvenes o con formación literaria.
Entretodos
Quisiera animar a todo el mundo a escribir. Es un ejercicio intelectual que mantiene una buena salud mental. Cualquiera tiene algo interesante que compartir y narrar, y tal vez la ansiada originalidad resida en cómo se cuenta. Es una cultura universal y no está reservada a aquellos que han tenido una formación literaria o a los que aman la belleza del arte de la escritura selecta. No importan ni el idioma ni las creencias ni tampoco la formación o profesión. Basta con la ilusión y motivación para expresar libremente vivencias, sentimientos, inquietudes, ideas, reflexiones o historias imaginadas. La Literatura tiene muchos y diversos géneros que pueden colmar las inquietudes de cualquiera que se decida empezar.