Gusano del corazón en perros: ¿Qué es y cómo afecta a mi mascota?

Los veterinarios de toda España están alertando de la proliferación de la dirofilariosis en perros, comúnmente conocida como gusano del corazón. Se trata de una enfermedad infecciosa parasitaria que afecta a gatos, perros y ocasionalmente humanos. Pero, sobre todo, afecta a los perros. Los gusanos adultos se parasitan en el corazón del animal infestado (de ahí que reciban el nombre de gusanos del corazón) y/o en los pulmones, donde provocan una enfermedad de evolución lenta con graves síntomas cardiacos y respiratorios que, en ocasiones, pueden resultar mortales. El parásito se transmite por la picadura de un bicho, como sucede con la garrapata y la pulga, pero en este caso se trata de un insecto, el mismo que también causa la leishmaniasis: el mosquito. "Es un mosquito común, el que pica también a los humanos", asegura la doctora Anna Ortuño, especialista en Sanidad y Anatomía Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universitat Autònoma Barcelona. Pero "uno o dos parásitos no dan problemas", matiza. Una enfermedad de baja incidencia La cosa se pone peliaguda, pues, cuando "hay muchos parásitos, porque obstruyen la correcta funcionalidad cardiaca", afirma Ortuño. Además, es peligroso porque se puede dar una "sintomatología que evolucione hacia un cuadro muy grave e impida la correcta funcionalidad del órgano", cuenta. La enfermedad se encuentra extendida por toda Europa, especialmente en el área mediterránea. Pero "no es una enfermedad excesivamente patógena", asegura Ortuño. Según una investigación de expertos de las universidades de Salamanca y de Las Palmas de Gran Canaria, cuyas conclusiones se han publicado en el número de mayo de la revista científica 'Animals', se confirma que el parásito está presente en perros de todo el país, por lo que se considera una infección endémica, es decir, presente de forma constante, pero de baja incidencia. En Catalunya, "la zona está muy focalizada y solo hay riesgo, de momento, en Terres de l'Ebre", asegura Ortuño. Riesgo entre moderado y alto No obstante, España es uno de los países del sur de Europa donde el riesgo de infección es entre moderado y alto. El estudio revela, tras el análisis de los datos obtenidos de 9.543 muestras de sangre de perros de todas las provincias de España, que "la prevalencia media obtenida fue del 6,47%, siendo las superiores al 11% las de las provincias del noroeste y del sur, Baleares y Canarias: Tenerife (17,32%), Ibiza (17,09%), Gran Canaria (16,03%) y La Palma (15,65%), seguidas de Cádiz (13,68%), Pontevedra (12,61%), La Gomera (11,54%), Mallorca (11,24%) y Huelva (11,11%)". El problema, es que, aunque no es una enfermedad que tenga una gran incidencia en España -la prevalencia media es del 6,47%-, puede llegar a matar al perro. "Desde que un mosquito pica a un perro hasta que se detecta, pueden pasar hasta seis meses", comenta la doctora Ortuño. Pero ojo... Si el mosquito pica al animal infectado, automáticamente el insecto se convierte en transmisor de la enfermedad, como sucede en no pocas ocasiones. La parte positiva es que el animal tiene que tener "cargas parasitarias muy altas para desarrollar problemas", matiza Ortuño. Síntomas Si el animal ha estado en una zona endémica y presenta "tos ocasional, cierto cansancio... y cada vez va a más (rechaza hacer cualquier tipo de ejercicio) es posible que el corazón no le funcione bien" y tenga un alto número de parásitos que le estén "afectando al corazón", informa Ortuño. En ese caso, es conveniente "hacer un análisis de sangre normal en una clínica" para descartar que haya contraído la enfermedad. Y si la ha contraído, hay que iniciar un tratamiento para intentar erradicar los parásitos. Pero siempre debe hacerse bajo la supervisión de un profesional, puesto que debe hacerse "de forma gradual para que no tenga efectos secundarios", explica la doctora de la UAB. Porque si se hace de forma rápida, puede ser peor el remedio que la enfermedad: "Si se mueren todos los parásitos de golpe, puede quedar un tapón en la zona cardiovascular que produzca una mayor obstrucción", cuenta Ortuño. Tratamiento de hasta diez meses Lo ideal, pues, es realizar tratamientos que duran "entre seis y diez meses", matiza. "Y, sobre todo, tener al perro muy controlado, acompañando el tratamiento con terapia complementaria para reducir inflamaciones de los órganos e infecciones adicionales". Para prevenir que un mosquito pique a un perro, existen repelentes que, como en el caso de los humanos, pueden ser más o menos efectivos. También existen "tratamientos antiparasitarios, que se administran de forma preventivas una vez al mes", explica la veterinaria de la UAB. Pero solo es recomendable dárselo a animales que vivan en zonas endémicas, para evitar que el animal cree "un cuadro de resistencia a los fármacos", como sucede también con los humanos. Club Entender + Animales y plantas de EL PERIÓDICO En el Club Entender + Animales y plantas de EL PERIÓDICO somos amantes de los seres vivos y nos interesa todo lo relacionado con ellos. Aquí te explicaremos todo lo relacionado con tus mascotas y cómo sacar el máximo provecho de tus plantas, siempre desde un punto de vista ecológico y sostenible. Es muy fácil unirse al club. Regístrate en Entre Todos y escríbenos, explicando tus inquietudes o compartiendo tus propias experiencias.

Lo más visto