Entender + con la historia

Los mayas, teloneros de Nina Simone

Incluso en torno a la cosa más insignificante del mundo se puede construir una gran historia. Lo demuestra Warren Ellis con un chicle que fue de Nina Simone. Lo que no sabemos es si lo fabricó Thomas Adams.

Dos mujeres trabajan en la fábrica American Chicle Company en 1923. / Library of Congress

Cuando ese día de 1999 Nina Simone acabó el concierto, se quitó el chicle de la boca y lo dejó en una toalla. El músico Warren Ellis no pudo refrenar el impulso de cogerlo para guardarlo. Todavía lo conserva y, con el paso del tiempo, se ha convertido en toda una reliquia que ahora protagoniza un libro. Como no podía ser de otra manera se titula 'El chicle de Nina Simone' y su autor conversó con Daniel Valdivia para este periódico en una entrevista en la que da algunos detalles curiosos de esta historia.