Conflictos musicales

Novias borrachas y bates de béisbol: grandes peleas de la música latina

Antes que la de Residente y J Balvin, la música latina ha proporcionado al mundo enemistades legendarias que han mantenido en vilo a los fans, bien por el calibre de los protagonistas, bien por el encono de la pelea, la mayor parte de las veces por una combinación de las dos cosas. Calamaro peleó con Charly García, Sabina peleó con Páez, Blades peleó con Colón.

Andrés Calamaro y Charly García.

La de Residente y J Balvin parece encaminada a convertirse en la trifulca de referencia del mundo de la música latina en este siglo XXI, salvo que vengan otros dos a elevar el tono y desplazarlos, y aunque solo sea por la envergadura de los insultos que el puertorriqueño ha vertido contra el colombiano en su más reciente composición. Del futuro no sabemos nada, en realidad, pero sí del pasado, rico en desencuentros que desembocaron en peleas sonadas, algunas para redimirse en también sonadas reconciliaciones y otras para separar por siempre a dos que en un tiempo, las más de las veces, se habían considerado amigos. Hay tres broncas en el mundo de la música latina que por el calibre musical de sus protagonistas, por las consecuencias que tuvieron y por el relato sobre el cual se construyeron merecen ser destacadas: la que dividió, para conciliarlos luego, a Fito Páez y Joaquín Sabina, la que enfrentó a Andrés Calamaro y Charly García (para más o menos conciliarlos luego) y la que separó para no volverlos a juntar nunca a los dos grandes genios de la salsa: Rubén Blades y Willie Colón.