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Tres trucos para mantener impecable tu jersey de lana favorito

Moda sostenible: 10 consejos para cambiar el hábito de usar y tirar nuestra ropa

Es una de la fibras más sostenibles pero su cuidado requiere de algunas prácticas que conviene tener en cuenta para que este básico invernal luzca esponjoso, sin bolitas y libre de suciedad

En un mundo que no necesita más vaqueros ni camisetas, ya que muchas de estas prendas que no se venden acaban por convertir espacios naturales como el desierto de Atacama, en Chile, en auténticos vertederos de la industria textil 'low cost' (adonde van a parar cada año casi 40.000 toneladas de ropa que tardará más de 200 años en desintegrarse), se impone un cambio de chip entre los consumidores, que deberían decantarse por materiales más sostenibles. Sus ventajas son muchas, no solo se han fabricado con procesos menos contaminantes, sino que suelen tener mayor perdurabilidad. Este es el caso de la lana, que, tras el cáñamo consume menos energía y tiene una huella de carbono menor que otras fibras textiles. Es completamente biodegradable y se descompone rápidamente, devolviendo sus nutrientes al suelo sin liberar microfibras de plástico al medio ambiente como hacen sus rivales sintéticos.