Entender + con la historia

Deportistas, pero artistas I + Historia

Guillaume Martin es un ciclista que participa en las grandes competiciones del calendario internacional, pero también es filósofo. No es raro encontrar a deportistas con vocación intelectual. Algunos han pasado a la historia.

Johnny Weissmüller (a la izquierda), nadador en los JJOO de París, en 1924.

Hace unos días, el jugador del FC Barcelona Gerard Piqué fue motivo de controversia. Hasta aquí nada extraño, porque el defensa azulgrana es un habitual de las tormentas mediáticas. Sin embargo, en esta ocasión traspasó una frontera que nadie con su estatus se había atrevido a cruzar nunca: publicar el ingreso de su nómina. Ni que decir tiene que enseguida se organizó un alboroto fenomenal, y muchos se pusieron las manos en la cabeza porque un futbolista recibiera una cantidad tan elevada. El sueldo de los deportistas profesionales masculinos siempre ha sido más discutido que el de otros personajes del mundo del espectáculo. Y eso que, ahora mismo, el deporte es parte de la industria del entretenimiento, al igual que lo son el cine o la música. Nadie discute el caché de una estrella de Hollywood o una estrella del pop. Hay tendencia a menospreciar a los profesionales del deporte, como si no fueran capaces de hacer nada más. Seguramente por eso, hay otras noticias que pasan más desapercibidas. Como la pieza que hace pocos días Sergi López-Egea escribió en este periódico sobre el ciclista francés Guillaume Martin, actualmente en las filas del equipo Cofidis y considerado uno de los mejores escaladores del pelotón. Entre carrera y carrera, se ha dedicado a estudiar filosofía y a realizar un máster relacionando el deporte moderno con el pensamiento de Nietzsche. Fruto de aquella investigación presentó su libro 'Sócrates en bicicleta', que hace pocos meses publicó la editorial Libros de Ruta. Ahora ha escrito otro volumen, 'La societé du pelotón', donde combina ciclismo y filosofía.