Palabras que delatan un abuso sexual

¿Qué indica el hecho de que un chaval presuma en internet de un comportamiento tan grave?¿Cuál es el impacto de redes sociales e influencers en la educación socio-afectiva? ¿Se están normalizando las prácticas sexuales sin consentimiento? Son algunas de las preguntas que El Periódico ha lanzado a tres expertos en psicología y sexología, que ponen unánimemente el acento en plantear la educación sexual como una prioridad. En este sentido, la psicóloga especializada en sexología, y miembro del equipo del Institut d’Estudis de la Sexualitat i la Parella (IESP) de Barcelona, Cristina Callao cree que habría que actuar de manera preventiva -no solo paliativa cuando surgen los problemas- y ofrecer a los jóvenes “referentes de calidad” para que no consideren “verdades absolutas” las afirmaciones que cualquiera con cierta notoriedad pueda volcar en las redes sociales. Todo ello teniendo en cuenta que, edades aparte, se siguen "perpetuando prácticas y actitudes de base machista que sitúan el centro del placer en el hombre", recuerda Callao. De ahí la importancia del consentimiento para que la relación sea libre (sin coacción), informada (no una carta blanca) y adaptable, porque los gustos y las apetencias pueden variar. “Conviene hablar de esto, porque la actitud de Naim es abuso sexual y no podemos normalizarlo con risas”, advierte. También la sexóloga Laura Marcilla insiste en esa idea al constatar que muchas familias que se sientan a hablar con sus hijos e hijas sobre el uso del preservativo y los riesgos de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) descuidan el tema del consentimiento. “Estamos tan preocupados por los embarazos que nos dejamos en el tintero el respeto, la comunicación y que lo que hagas con tu pareja tiene que decidirse sin mentiras y en igualdad de condiciones”, argumenta. Esa débil conciencia sobre el consentimiento podría explicar, según Marcilla, por qué el polémico influencer no se planteó que su actitud fuera una forma de abuso. “El mero hecho de que tu capacidad de elegir no se esté respetando es abuso sexual”, remarca la terapeuta, que ha visto a víctimas de violencia de género adolescentes contar cómo sus parejas las han presionado para tener sexo sin preservativo. Capital erótico y redes Hay un elemento más a tener en cuenta apuntado por el psicólogo clínico y presidente de ASEIA (Asociación para a Saúde Emocional na Infancia e na Adolescencia) Ricardo Fandiño, que menciona una “espectacularización de la vida íntima” donde la sexualidad se trata como “un producto para generar atracción e interés”. “El llamado capital erótico tiene un peso creciente en la expresión pública de adolescentes y jóvenes. Frecuentemente no hay una reflexión previa sobre el contenido del mensaje, las implicaciones morales y su trascendencia pública. Únicamente se intenta generar una imagen atractiva y exitosa”, ilustra. Conviene también asumir, agrega el experto, que la información a la que acceden los adolescentes ya no circula a través de los medios tradicionales, y que internet tiene un gran peso en los procesos de socialización y construcción de las identidades. “La popularidad se ha convertido en un fuerte indicador de éxito social, motivo por el cual influencers con cientos de miles de seguidores se convierten en grandes referentes”, resalta. Los referentes cambian porque en esas edades el grupo de amigos tiene más peso que la familia, recuerda Marcilla. Sin embargo eso no significa que los jóvenes no tengan dudas. "Es imposible seguir la pista de todos los mensajes que ven y tienen acceso a mucha información, pero eso es parte del problema porque, sin un criterio para diferenciar si es o no fiable, se alimenta la confusión y les genera un cacao mental tremendo”, prosigue la sexóloga, partidaria de tratar estos temas con naturalidad desde los primeros años de vida y no esperar a la adolescencia para dar una “charla” sin escuchar a los chicos y chicas. "La educación sexual se ha convertido en una necesidad social de primer orden" “Si sacas este tema a los 13 años, les dará vergüenza y puede que ni las familias tengan herramientas para responder si no han recibido una educación sexual”, sostiene la sexóloga. “El acceso a la información y a los estímulos relacionados con la sexualidad empieza a edades muy tempranas. Por eso la educación sexual se ha convertido en una necesidad social de primer orden”, abunda Fandiño. La psicóloga del IESP catalán Cristina Callao defiende empezar a trabajar desde la infancia con personal cualificado que desarrolle talleres adaptados a cada nivel educativo, para que los niños sean asertivos, aprendan a poner límites y a amar su propio cuerpo desde la diversidad. “Eso permitiría detectar abusos y evitar el bullying”, sostiene. Y lamenta que con la sexualidad persistan tabúes y resistencias de partidos políticos como Vox. “Siguen pensando que la educación sexual significa promover prácticas sexuales. Eso es no entender absolutamente nada”.

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