Entender + la música

¿Es una quimera pretender ganarte la vida cantando en catalán?

Si conseguir vivir de la música ya es una tarea titánica, hacerlo en catalán presenta peculiaridades derivadas de la limitación del mercado natural y, actualmente, del clima político, si bien algunos ingredientes juegan a su favor. Con todo, la escucha de música en esa lengua se ha triplicado en los últimos veinte años, aun quedando lejos del castellano y el inglés. 

Mazoni actúa para el público de Santa Coloma de Queralt, en la Conca de Barberà, el 6 de junio de 2020. / MARC VILA

La discusión sobre la lengua es cíclica y se mueve entre dos polos antagónicos: la idea de que cantar en catalán es un chollo artificioso, espoleado por las hipotéticas imposiciones políticas, acaso suscrita por los fans de Toni Cantó (“no puedo trabajar en Catalunya por hacer teatro en español”, decía en 2019, declaraciones que han vuelto a encender las redes), y en el otro extremo, el fatalismo y/o condescendencia derivados del cliché del mercado pequeño y sin futuro. Entre ambos se mueve la realidad de una música en catalán que ha triplicado su proyección en los últimos 20 años: a la pregunta de “¿en qué lengua escuchó música ayer?” (formulada por el 'Anuari de la Música 2021'), trepa ahora hasta un 40,9%, si bien el castellano es citado por el 73,1% de encuestados y, el inglés (y otros), por el 85%.