Conversaciones de Salud

El "nacionalismo de las vacunas" pone en riesgo la salida de la pandemia

Los países ricos deben compartir más dosis de vacunas con los otros por justicia y por su propia conveniencia

Lo afirmó la epidemióloga Zulma Cucunubá en la primera de las Conversaciones de Salud en las redes sociales de EL PERIÓDICO

Para superar la pandemia, es urgente que los países ricos compartan más dosis de vacunas con los de ingresos más bajos. No es sólo cuestión de justicia. Se trata de reducir las oportunidades que el virus mute y se vuelva más transmisible, o incluso resistente a la inmunidad. No obstante, mientras la primera dosis de alguna vacuna ha alcanzado hasta el 60% u 80% en algunos países ricos, el promedio en América Latina, por ejemplo, ronda el 10%

Este fue uno de los mensajes centrales de la epidemióloga Zulma Cucunubá, en una conversación en directo en las redes sociales de EL PERIÓDICO el 15 de Junio. Esta es la primera de las Conversaciones de Salud, organizadas por EL PERIÓDICO para los próximos meses. La serie, editorialmente independiente, cuenta con el apoyo de la Fundación Doctor Antoni Esteve, y se enmarca en la Red de Científicas Comunicadoras, una iniciativa del diario para amplificar la voz de las mujeres investigadoras en el debate público. 

Las "dos pandemias"

Cucunubá, afiliada al Imperial College de Londres (ICL) y a la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, ha vivido en primera persona las "dos pandemias": la del Norte y la del Sur globales. Tras años de trabajo de campo en América Latina, se doctoró en el ICL en modelos informáticos de las epidemias. Fue coautora del informe que cuestionó la estrategia inicial de Boris Johnson (alcanzar la inmunidad de grupo dejando que el virus se difundiera). También ha asesorado a diversos países latinoamericanos. 

"El soporte económico a las personas para que se puedan aislar es mínimo en Suramérica"

Zulma Cucunubá, epidemióloga de la Pontificia Universidad Javeriana e Imperial College London

"El soporte económico a empleados y empresas para que las personas se puedan aislar es mínimo en Suramérica", observa Cucunubá. A ello se suman porcentajes de población con trabajos informales que van del 30% al 60%: para estas personas, no salir a trabajar quiere decir perder el sustento diario. El acceso limitado y tardío a los test también complican las cosas. 

La fragmentación de los sistemas de salud entre seguros privados, públicos y población sin cobertura causa que, cuando una persona se infecta, su mortalidad es mayor si se encuentra en los estratos socioeconómicos más bajos. Así lo ha demostrado un estudio reciente sobre Chile.

Dos extremos: Perú y Uruguay

"Eso también ha ocurrido en poblaciones marginadas del Norte Global. Sin embargo, estas son minoría, mientras en el Sur Global representan la mayoría", afirma Cucunubá. Perú, por ejemplo, aplicó medidas de contención e subsidios para que la población se aislara. Pero tiene tantos trabajadores informales que ni tan sólo tienen una cuenta en el banco que incluso hubo dificultad para transferir las ayudas. Además, con la tasa más bajas de plazas de UCI en América Latina, su sistema de salud colapsó muy rápido. 

"Para Uruguay fue crucial el consenso de un comité asesor de 55 expertos"

Zulma Cucunubá, epidemióloga de la Pontificia Universidad Javeriana e Imperial College London

Al otros extremo está Uruguay, que fue capaz de producir sus propios kits de diagnóstico y contuvo la pandemia durante el 2020 con estrategias de rastreo y apoyo económico a las personas aisladas. "Para ello, fue crucial un comité asesor de 55 científicos y expertos en temas sociales y económicos, que alcanzaron un consenso de país", comenta Cucunubá. Sin embargo, esa estrategia no resistió a la llegada de la variante P1, detectada en Manaos, y ahora Uruguay está en situación crítica.

Nacionalismo inmunitario

"Los países con acceso a las vacunas niegan que las hayan acaparado, pero sí ha sucedido", comenta Cucunubá en referencia al llamado "nacionalismo inmunitario". "Hay países con suficiente stock para su población adulta, que podrían distribuir el resto a los países donde faltan", añade. 

"En el corto plazo, necesitamos muchas más donaciones de vacunas al fondo Covax"

Zulma Cucunubá, epidemióloga de la Pontificia Universidad Javeriana e Imperial College London

El sistema para hacerlo es Covax, un fondo global donde los países de rentas bajas pueden acceder a donaciones de vacunas y los de renta mediana comprarlas a precio controlado. "En el corto plazo necesitamos una donación mucho más grande de parte de los países del Norte Global", afirma Cucunubá.

La situación deriva de una falta de liderazgo desde el inicio de la pandemia. "Cada país hizo lo que pudo, sin una estrategia global", observa Cucunubá. El cambio en la presidencia de Estados Unidos podría facilitar que se recupere parte del tiempo perdido. 

Levantamiento de patentes

Otra medida urgente, según la epidemióloga, es el levantamiento de las patentes sobre vacunas, medicamentos y tecnologías para la gestión del covid-19. Tras el impulso de Joe Biden a esta idea, el proyecto no ha alcanzado de momento el consenso necesario, entre los más de 100 países integrantes de la Organización Mundial del Comercio. Entre los opositores hay varios países europeos.  

"Al mundo le va a ir bien que los países del Sur tengamos la tecnología para controlar esta y futuras pandemias"

Zulma Cucunubá, epidemióloga de la Pontificia Universidad Javeriana e Imperial College London

Además, levantar las patentes no sería de por sí suficiente, según Cucunubá. Simultáneamente, los países productores de vacunas deberían asesorar a los otros para aprendan a fabricarlas. "Habrá países pequeños que no podrán producir vacunas, pero se pueden producir alianzas regionales en las cuales un país produce la vacuna, otro las jeringuillas, otros las cajas, etcétera", explica la investigadora. Hace unas pocas semanas, por ejemplo, una alianza de México y Argentina ha conseguido empezar la producción de vacunas de AstraZéneca.  

"Al mundo le va a ir bien que los países del sur tengamos esta tecnología para controlar esta y futuras pandemias. No va a ser un proceso fácil, pero aunque no se consiga este año servirá en el medio plazo para este virus y los del futuro", concluye Cucunubá.

La epidemióloga Zulma Cucunubá.