Entender + el arte funerario

Intimidades del último panteón gitano

Susana Ruiz y Nuria Torres explican la gestación del conjunto escultórico que hicieron por encargo de la familia Pascua de Badalona para el panteón de Andrés Aguilera Pascua, fallecido a los 40 años a principios de 2020. El relato detallado del proceso creativo que desembocó en una obra llamada a destacar es una rara oportunidad para comprender mejor el siempre fascinante arte funerario gitano

El conjunto escultural en honor a Andrés Aguilera Pascua, en el cementerio Sant Pere de Badalona. / Sergi Conesa

Se llamaba Andrés, de primer apellido Aguilera y de segundo Pascua. Tenía 40 años, era gitano y falleció en marzo del año pasado por culpa de un cáncer. En la estatua levantada en el mausoleo que le ha dedicado su familia en el cementerio de Sant Pere, en Badalona, está sentado con los pies apoyados en una escalinata, relajado, haciendo un saludo con la mano que sus familiares dicen que era característico suyo, como si estuviera matando el tiempo en la calle y saludara a alguien que pasa por ahí. Con la mano izquierda saluda y con la derecha sujeta el móvil, por el que dicen que sentía apego. A su lado hay una gorra y un paquete de cigarrillos, y una Biblia abierta por una página que reza: “Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: ‘Jehová está contigo, varón esforzado y valiente’”. Jueces, capítulo 6, versículo 12.