Entender+ con la historia

Los derechos no llueven del cielo

Ahora que los políticos plantean la jornada laboral de cuatro días, vale la pena recordar la larga lucha por los derechos laborales que ha habido en este país

Huelga de la ’Canadenca’, en febrero de 1919. / El Periódico

El pasado viernes este periódico dedicaba el Tema del Día al debate sobre las horas que hay que destinar semanalmente a la jornada laboral, porque desde algunos sectores se reclama implantar la semana de 32 horas. Gabriel Ubieto, a la hora de introducir su crónica, contextualizaba la cuestión recordando a los lectores que hace un siglo se había conquistado la jornada de ocho horas. El verbo no podía ser más acertado. Los trabajadores tuvieron que luchar para lograr que una ley limitara el tiempo que cada día tenían que dedicar al trabajo remunerado. El 4 de abril de 1919 la Gaceta de Madrid - que era el BOE de entonces- publicó el decreto marcando el 1 de octubre como fecha límite para implantar las ocho horas por día o 48 horas semanales. Una conquista que no cayó del cielo.