Biden, un reformista tenaz

Las excepcionales condiciones que concurren en el relevo en la presidencia de Estados Unidos confieren un valor especial al perfil psicológico y los propósitos que animan a Joe Biden. Quizá el mejor resumen de su carácter tenaz y de su capacidad de resistencia lo hizo el propio Biden en el discurso que pronunció en la convención demócrata del 2008: “El fracaso es inevitable en algún momento de la vida, pero darse por vencido es imperdonable”. La frase la recoge Evan Osnos en 'Joe Biden. Una nueva era' (Península), donde a partir de largas entrevistas con el nuevo presidente y con personas que le conocen bien, esboza un retrato político y familiar del personaje. El libro de Osnos es complementario de uno escrito por el propio Biden, publicado en 2017: 'Promise me, dad' (Prométeme, papá) (Flatiron Books). Dedicado a reflexionar sobre la muerte de su hijo Beau, víctima de un cáncer en el cerebro, el autor aparece como “la figura más gótica de la política estadounidense”, según escribió en su día Fintan O’Toole en 'The New York Review of Books'. “Está atormentado por la muerte –afirma O’Toole–, no solo por las tragedias privadas que ha sufrido su familia, sino por un sentimiento de pérdida más amplio y público”. Un punto de vista muy diferente al de un crítico de 'Vanity Fair', que atribuyó a Biden una “alegría incontenible”. Lo cierto es que la muerte en 1972 de su primera esposa, Neilia, y de su hija Noemi en un accidente de coche, a los pocos días de haber sido elegido senador por primera vez, y la pérdida de Beau han marcado su vida. 'Joe Biden: a life of trial and redemption' (Joe Biden: una vida de juicio y redención) (Harper Collins), de Jules Witcover, recoge un diálogo con Dick Cheney, vicepresidente de George W. Bush, a quien Biden sustituyó el 20 de enero de 2009; un episodio en el que asoma otro perfil. “Quiero restaurar el equilibrio en la vicepresidencia”, le dijo a Cheney en medio de una conversación sobre el traspaso de poderes, una frase que admite diferentes interpretaciones, según Witcover, pero que cabe entender como el propósito de dignificar el cargo después de la opacidad que encubrió el papel desempeñado por Cheney en la invasión de Irak. Sin más apoyo que la desnudez de las opiniones deslizadas aquí y allá por Biden, es posible pergeñar un tercer perfil presidencial con el material que procura Amar Anbu en 'Joe Biden powerful quotes' (Citas poderosas de Biden), 66 páginas autoeditadas que recogen un glosario de frases sobre asuntos tan diferentes como la moral pública –“la corrupción es otra forma de tiranía”– y la emergencia climática –“la seguridad energética es una parte vital de la seguridad nacional de Estados Unidos”–, que lo mismo se refieren a la vida cotidiana que a las relaciones con China. Detrás de las diferentes aproximaciones a la figura de Biden alienta siempre la herencia de la presidencia de Barack Obama, de mucho de cuanto se recoge en el primer volumen de la autobiografía del expresidente, 'Una tierra prometida' (Debate), que incluye las claves esenciales de su programa reformista. De hecho, el consejo y la experiencia de Biden en política exterior fue fundamental en muchas de las medidas adoptadas por Obama, entre ellas el saneamiento de las relaciones con Irán, y en la relación de la Casa Blanca con un Senado de mayoría republicana. En 'Barack and Joe: the making of an extraordinary partnership' (Barack y Joe: la fabricación de una asociación extraordinaria) (Hachette Books), su autor, Steven Levingston, escribe que Obama y Biden trabajaron con la complicidad propia de “un eficaz equipo de apoyo mutuo”. Sin necesidad de forzar la mano, en 'Contra los zombis' (Crítica), del nobel de Economía Paul Krugman, recopilación de casi 100 artículos, la mayoría de ellos publicados en 'The New York Times', se recogen alternativas concretas al programa aplicado por Donald Trump en el ámbito social, en la economía, en la protección del medioambiente, en la consolidación de un sistema público de salud, cuya orientación enlaza directamente con el programa de Obama y con el discurso de Biden durante la campaña. Y lo mismo cabe decir de 'El precio de la desigualdad' (Taurus), del también nobel Joseph Stiglitz, cuya cercanía ha reconocido el nuevo presidente.

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