Liberalización económica sí, pero jamás una unión política. Esta fue la posición del Reino Unido desde que ingresó en la Unión Europea en 1973, tras sortear los dos vetos impuestos por la Francia de Charles de Gaulle en 1963 y en 1967. Fue un matrimonio sin amor. Ni los tories ni los laboristas creyeron jamás en una Europa que acumulase poder político y que actuase solidariamente en lo económico. Su incorporación al club europeo vino motivada porque mientras Europa crecía económicamente los británicos seguían inmersos en una eterna crisis que no conseguían dejar atrás. Pero su interés siempre estuvo limitado en exclusiva a la liberalización del mercado, nada más. El Brexit no es más que el intento de concretar políticamente esa visión 47 años después.
Libros para entender + el Brexit
Reino Unido-UE: el divorcio de un matrimonio en el que nunca hubo amor
Una selección de ensayos y novelas para intentar comprender por qué los británicos se enamoraron del Brexit y decidieron apostar por el nacionalpopulismo
Foto de archivo de una manifestante a las puertas del Parlamento británico. /
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